Vamos hacia una política del cuidado

El gobierno debe impulsar acciones públicas orientadas a la organización del trabajo de atención de las personas en situación de dependencia

En este Día Internacional de la Mujer, me pregunto hacia dónde debe ir la agenda feminista para que realmente se impulsen acciones concretas y transformadoras en México, que fomenten la equidad entre hombres y mujeres. Una parte importantísima de esta agenda es la construcción de una política del cuidado con perspectiva de género.

Los cuidados son las actividades que regeneran diariamente el bienestar físico y emocional de las personas. Es un trabajo esencial para sostener la vida misma, contribuyendo a la economía y al desarrollo de las comunidades.

Actualmente, la distribución de las actividades de cuidado es muy desequilibrada, recayendo en los hogares y siendo realizada, en su mayoría, de manera no remunerada por las mujeres.

Las mujeres dedican el triple del tiempo que los hombres en las actividades de cuidado y esta situación se agravó por la creciente demanda de cuidados ocasionada por las medidas de confinamiento y distanciamiento social.

La pandemia del Covid-19 puso en evidencia el problema de la falta de una política del cuidado, cuando todos nos fuimos a casa y la carga recayó en las mujeres.

El trabajo de cuidados es muy importante y necesario para el funcionamiento de la sociedad. Aun así, sigue siendo invisibilizado, subestimado, carece de apoyos y no está lo suficientemente valorado.

Este sistema es insostenible y tenemos que impulsar un cambio. La nueva normalidad a la que nos enfrentamos genera nuevos retos y exige que el gobierno ponga manos a la obra para evitar que las mujeres sigan enfrentando cargas adicionales, discriminación y tengan menos oportunidades en el ámbito laboral por ser las principales responsables de cuidar a otros.

La construcción de sistemas de cuidado permite el empoderamiento de la mujer y reduce las brechas relacionadas con el género.

Asimismo, facilita la recuperación económica después de la crisis ocasionada por el Covid-19, ya que permite que otros sectores de la economía sean más productivos.

En México, se necesitan políticas públicas integrales de cuidado que faciliten un desarrollo sostenible e inclusivo centrado en el ser humano y con base en los principios de igualdad, universalidad y solidaridad. Con esto me refiero a que el gobierno debe impulsar acciones públicas orientadas a la organización del trabajo de atención de las personas en situación de dependencia.

Dejemos atrás la feminización de las tareas domésticas y los roles arcaicos de género que asumen que las mujeres son las encargadas de quedarse en casa cuidando de los niños, los ancianos y las personas con capacidades diferentes.

Es necesario que estas labores sean repartidas de manera más equitativa entre hombres, mujeres, el gobierno y el sector privado. Si el sistema asumiera, por lo menos, parte de estas responsabilidades, representaría una liberación para las mujeres y un obstáculo menos para su desarrollo.

Una política del cuidado debe estar en el centro de la discusión, porque sin los cuidados una sociedad no puede funcionar.

Empresaria, inversionista de impacto y defensora de los derechos de la mujer

ANGÉLICA FUENTES

Mexican American businesswoman, impact investor, and activist for gender equality. Founder @missionmoms

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